La vida se trata de ir coleccionando aprendizajes, recuerdos, experiencias y enseñanzas, las cuales terminan definiéndonos como personas. Y muchas veces, no son precisamente personas las que se encargan de esto.

Tenemos la gran fortuna de poder compartir los mejores momentos con seres que no saben sino dar amor, seres que jamás piden algo a cambio, aquellos que están en las mejores y también en las peores, sin nunca cuestionarnos o juzgarnos. Son ellos los que mejoran nuestros días, los que nos enseñan que en lo simple encontramos lo más grande.

Aprendemos a hablar en un idioma universal, donde prima el cariño, el amor y sobre todo, la lealtad. Dándonos cuenta, justo ahí, que no necesitamos nada más que una buena compañía para nutrir el alma. De pronto ellos no estarán toda nuestra vida, pero para ellos nosotros somos su vida.
Un sueño hecho realidad por un gran equipo para la felicidad y bienestar de nuestros peludos.